¿ No tengo que encontrarla, no tengo que recordarla o tengo que reescribirla? Voy a intentar con la última...y ahí va:
"No te gustaba dormir. A mi tampoco. Esos paseos y esas charlas, o de vez en cuando algún juego
especial en la playa, eran mucho más fuertes que esas siestas típicas que nuestras familias solían hacer. Ni a vos ni a mi nos gustaban, repito, por lo cuál ese día decidimos encontrarnos para ir a jugar sin decirle a nadie... mientras todos dormían.
En el camino hacia tu casa un hombre cortaba el pasto. El sonido de su máquina era suave y junto a su acción podía ver un inmenso y hermoso árbol. Y entonces me olvide de vos y me acerqué al árbol. El hombre dijo que el árbol tenía una corona de pasto suave en su contorno y que era muy simple quedarse dormido si se recostaba en él.
No iba a dormirme, porque si bien me había tomado el atrevimiento de demorarme un poco más, sabía que ibamos a ir a jugar mientras todos dormían. Pero era tentadora la calma de aquel sitio.
Es el día de hoy que todavía sigo dormida en aquel árbol, esperando que te des cuenta de que nunca llegue y vengas a buscarme, me despiertes y podamos así ir a jugar, como suponía ser desde un principio."
Eh... bueno, no era exactamente así, pero el principio y el final si.
Es una vieja historia que resuena en mi presente, cada vez que te vas y volves, o cada vez que me voy pero te estoy mintiendo.
¿Por qué no podemos? Yo no voy a arriesgarme más por vos. Podrías colaborar si así lo quisieras...
Una nueva canción mía dice: "Y si entonces estamos a tiempo, y si entonces puede ser distinto, solo así, te invito a mi vida".
Quisiera saber que tiene tu alma que la mía no puede desprenderse de la tuya... y que tiene la mía, que no te deja soltarte con el pasar de los años.

No hay comentarios:
Publicar un comentario