La petición.

Tenía una huella de un dedo de una mano de un brazo de un torso de un cuerpo de un alma de un mundo de un universo de una galaxia con marcas de otra huella de.
Era tan inmenso el aire, tan fuerte el viento, tan suave el grito y el odio, que resultó más simple de lo que creía ver que no eran tan suaves estos últimos.
Y no tengo cuentos de hadas, no tengo brillantinas en mi vestir ni una alfombra roja llena de dulces que me esperan al llegar. Tengo la realidad de los últimos meses que remotan de golpe a más meses atrás y en el presente nos unimos mi realidad y yo.
Juntas somos huellas dentro de una galaxia llena de sensaciones, somos un jugo de sabores y apuestas revalsadas a las que les falta espacio. Que sea fácil para vos no significa que sea fácil para mí. He de reconocer que tengo un comportamiento impulsivo que, por desgracia, no es nuevo. He de reconocer que las 'huellas de' ya no son de nadie. Porque ya no hay lugar en mi piel para las huellas de la ironía, la subestimación y la violencia. Ya no hay lugar para las huellas de las mentiras, el amor inconstante y las reacciones adversas luego del sexo.
Tengo que crecer, lo sé.
Y es entonces cuando admito que me está costando un poco más de lo que imaginaba, y es entonces cuando pido energías tuyas, tuyas y tuyas para que, desde donde sea que estés, colabores a que la mía se haga un poquito mas valiente y se anime a despegarse de las desgastadas.
Cuento conmigo.
¿Cuento con vos?