sábado, 29 de agosto de 2009

Ajá.

Vos no lo sabés, pero yo te estuve mirando todo el viaje en bondi. Y claro, entre lo que tomaste y lo demás, no vale ni aclarar que no ibas a darte cuenta nunca que yo te estaba mirando. Todo el colectivo se dió cuenta igual eh. Creo que ni hasta yo me di cuenta de que no dejaba de mirarte.
Y te cuidaba con los ojos y con esa bufanda (que ni era mía) para que no te golpearas la cabeza muy fuerte contra el vidrio. También te cuidaba con la intención.
¿Sabés por qué te cuidaba? Porque te amo, amiga. Mucho. Y porque si hubiese subido un flaco todo borracho y cochino a decirme 'loca, dame a tu amiga o te mato' le hubiese dicho 'matame'. Y ya se que soy cursi.
Y soy cursi con vos, y soy cursi con la gente que me gusta, y soy cursi con mi música y da igual.
Ahora estoy borracha todavía y tengo dos miniporcionesdepizzaparacelicacos al lado mío, un vaso de leche, un gata preciosa que me mira con ganas de 'vamos a la cama', un recuerdo que no puedo borrar, una canción que repite que jugé con artimañas del espacio y quizás un poco más de ganas de dejarla inmóvil (o no, claro) contra una de sus paredes.
Y porque a mi no me da igual decirte cuanto daría por vos, no me da igual advertir ciertas cosas (a pesar de mi respeto). Porque cuando se pierde demasiado tiempo de la vida, se es consciente de que mañana mismo puede ser muy tarde.
Hola, sos hermosa.
Hola amiga, te amo.
Hola música, sos indescriptible.
Hola vida, gracias.

Y estoy menos borracha, y todo lo que dije antes es exactamente como lo pienso todavía.
Y a vos...
Te ví hoy.
Y hoy también te superé.

(un peso menos después de meses!)

-un dedito para arriba para Luuu-
(porque siempre se puede lo que se quiere. Y porque lo vale. Y porque una sola sonrisa vale más que todo eso que creía que valía miles).

Aprender a mirar hacia adelante es lo mejor que me pudo haber pasado.

lunes, 24 de agosto de 2009

Lo inmóvil.

Hoy a la tarde ví a mi hermana y claramente me puse a llorar.
No es que mi hermana me haga llorar, claro. Soy yo la que me hago llorar. Pero no lloro de tristeza eh, hace varios días que puedo admitir que no estoy radiante.
Sin embargo, no dejo de buscar la plenitud.
Pero creo que puedo concluir en el por qué de mi llanto. Si, un poco es esto de dejarte ir, como conté anteriormente, por completo y un poco (casi la totalidad) es esto de la frustración.
Interrogantes: ¿Désde cuándo soy así? ¿Cuándo me convertí en preventiva, inmóvil, planeadora y tan cagona? ¿En qué momento la razón le ganó a la piel y mentirme fue la mejor opción? ¿Por qué mi autoestima empieza a bajar cada vez que digo eso que no es lo que quiero decir exactamente? ¿Qué partícula emano que confunde a las personas? ¿Cuándo fué que el miedo a obstruyó mi energía claramente depositada?
No es poca cosa, claro. Y tiene que ver conmigo esto.
(sentirme chiquita, de 4 o 5 años, tal vez).
Y si, el otro día escribí lo que siento para esclarecerlo, ya que no hubo mejor método para mí que este en el peor momento de mi vida, y por más de que lo que escribí nunca llegó a destino (al igual que las canciones), me hizo sentir relativamente bien.
Y de repente tomo mate, tomo té, tomo fernet o vino y las palabras de las personas son las mismas, y sus conclusiones son las mismas, y sus consejos son los mismos, y yo... también soy la misma. Como si me conformara con lo que opinan los demás, no muevo ni una puta pieza.
No es tan dificil pensar que lo pienso, tampoco es dificil sentir que lo siento.
Decir lo que no digo es casi tan dificil como que vaya corriendo en este mismo momento a la playa ida y vuelta.
Hablando de eso, unos días en la playa seguramente logren ubicarme a mi misma en el rol que quiero en mi. El de los demás, es el que los demás elijan.
'La libertad de uno termina en donde empieza la del otro'.
Y soy tan respetuosa que me doy ganas de vomitar.
¿Desde cuándo?
No tengo ni la más puta.
-devolveme a la que no tenía miedo tan seguido!-

sábado, 22 de agosto de 2009

Esto de llorar.

Me despierto. Me duele todo. Me levanto. Un café (y lo miro dentro del microondas, ahora, como si fuera una daga en el pecho). Y es que esta vez me desperté llorando, y si, se trata de vos. Hacía mucho tiempo que no se trataba de vos. Mucho.
Y me despierto abrazando algo que no es mío, tampoco entiendo por qué lo abrazo (aunque sin embargo, logra aliviarme). Pero eso también me hace llorar (no tiene sentido).
Y entonces, solamente, lloro.
LLoro porque no entiendo que pasa con tu boca, con tus ojos o con tu piel ahora que seguramente hayan encontrado a otra boca, otros ojos y otra piel. Y dado el caso de que no estoy lo suficientemente interesada en saberlo, solo lo imagino.
Esa canción que tenemos en común y esa necesidad de registrarla me devolvió la noche en que la escribimos en la cama, apoyadas frente a la ventana de ese quinto piso... 'Dejame formar parte de tu espalda, vivir ahí'.
Y tomar un café y contarte como estoy sería algo así como ponerle el punto negro a todo lo blanco que encuentro. Es que yo no te amo. Wow, escribir te amo es casi tan fuerte como lo que duele ahora. Pero es cierto, yo no te amo. También es cierto que no te odio. Y si no te amo y no te odio, no tengo nada adentro que tenga que ver con vos. Y quizás sea eso lo que me esté doliendo ahora.
Dejarte ir es dejar un gran espacio de amor, ilusión, juego, crecimiento y música (pero con vos).
Sin vos tengo de todo eso también, pero dar el pasito no estaba superado por lo visto y me está doliendo mucho, mucho.
Ahora, después de la increíble magia de ayer, debo admitir que debo animarme a, y que las palabras que uso con los demás deben ser exactamente las que deposite en mi, y también, de paso, entenderme. Dejar de jugar a cosas que no me interesan, dejar de creer que puedo siempre con todo y conformarme con nada.
Hoy necesito mimos y compañía.
¿Por qué?
Porque me duele un poco el alma.
Y admitirlo creo que es un poco más valiente que salir a fingir.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Lo rígido.

Las leyes de Murphy no funcionan para mi. Creo en los matices.
Vos no podés establecerme algo karmáticamente y yo no puedo encasillar a tus formas por un par de palabras.
Porque vos, preciosa en tus tiempos, dijiste 'se mezcla todo en este mundo, todo cambia' y cuanta razón tenías!
Si las opciones de la vida se convirtieran en un quieto múltiple choice por 10 segundos ¿Qué cambiarías?
Juguemos!

nota: Lo más divertido de esto es armar en un papel dos columnas. Una con nombres o situaciones y otra con adjetivos o finales y unir con flechitas. Y valen los dibujos!

- y no es que haya vuelto al jardín, es solo que acepto cualquiera de las posibilidades como si estuviera en el jardín -

sábado, 15 de agosto de 2009

Lo cercalejos.

Hace un rato salí en la bici de mi papá en búsqueda de esa revistita que hablaba de mí.
No andaba en bici desde el verano en el cual decidí seguir arruinando mi vida con tu compañía, y todavía de vez en cuando pienso: 'cuando vos no estabas andaba más en bici'.
Me encanta andar en bici, siempre me hizo sentir que volaba. Y si, era un pelotín gracioso en una bici de la Sirenita, y sin embargo, me sentía la más importante del barrio.
Mientras andaba me empecé a dar cuenta de que hacía los caminos más largos o me confundía de calles a propósito, solo para poder seguir andando y escuchando música (puta la costumbre de buscar excusas para hacer lo que nos hace bien, no? Algo así como: 'Si, tengo que devolverte el tenedor que me prestaste, así que paso por tu casa en un rato' - patrañas!! en verdad quería ver a la persona que le había prestado el tenedor - Y yo solo quería andar más en bici).
Decía, salí en la bici de mi papá. La bici de mi papá me queda bastante grande, es una playera nueva con el super caño en el medio (que sabemos que a las señoritas no nos agrada mucho frenar de golpe en un semáforo y caer paradas en el centro...). La bici era grande y la revista podía no encontrarla, pero. Pero resulta que me encanta andar en bici ¿Qué habría de impedirlo? Es que cuando se quiere, se puede.
Pero es que realmente me hace sentir muy bien que un desconocido haya escrito una nota sobre mi música casi de manera casual ¿Por qué no iba a recorrer el oeste entero en su rastreo?.
Y así como estos dos ejemplos son mínimos, también agrego que podría ir de mi casa a tu casa en bicicleta si quisiera. Porque me importa. Y lo que importa arranca.
Lo que no sale, lo que no nos acordamos, lo que nos cuesta mucho y no hacemos, entre otros, son definitivamente cosas que no interesan en su totalidad.
Entonces, yo opino: ¿De qué nos preocupamos? Solamente vale rodearse de cosas que importan, porque hoy importa. Hoy me importa. Hoy me importan otras cosas que ayer, y sin embargo, puedo sentir el viento en la cara al andar en bici con la misma intensidad de cuando era un pelotín gracioso.
No hay nada imposible cuando en verdad se lo quiere. Y no lo digo como un vómito de un libro de autoayuda, lo digo con la certeza en el medio de la frente.
Porque lo tengo en claro. Porque si no hay muchas cosas que pienso que tengo claras, entonces mejor, me guío por las que siento, que si todavía no les infiltré razón son puras y claramente sé que las siento.
Nada está lejos cuando lo acercamos valorándolo.
Lo que importa sale solo, no tengo que pedírtelo. Y si pasé gran parte de mi tiempo pidiendo que fueras más dulce o atenta, era porque a mi sí me importaba que lo fueras ¿Qué iba a impedirmelo?
El arte me empuja, las ganas me empujan, el amor me empuja, las risas me empujan, no dormirme me empuja, no dormirme, dormirme, no.

MyFreeCopyright.com Registered & Protected

sábado, 8 de agosto de 2009

La integración.

Si quiero soy víctima. Si quiero soy retraída. Si quiero soy vergonzosa. Si quiero soy atrevida. Si quiero soy ingenua. Si quiero soy arriesgada. Si quiero soy cerrada. Si quiero soy amplia. Si quiero soy frágil. Si quiero soy luchadora. Si quiero me doy por vencida.
Si quiero soy puta. Si quiero soy barrendera. Si quiero soy psicóloga. Si quiero soy asesina. Si quiero soy la dueña de un club de fútbol. Si quiero soy ninfómana.
Si quiero me transformo en árbol. Si quiero tengo hojas verdes (y si quiero tengo hojas marrones y gusanos en las ramas).
Si quiero te hago creer que me muero de amor. Si quiero te hago creer que soy indiferente a tu respiración.
Si quiero soy sexual. Si quiero soy frígida. Si quiero soy paralítica. Si quiero soy obesa o flaca raquítica.
Y lo que quiero ser interfiere con lo puedo ser (aunque lo que se quiere se puede). Y lo que pienso mata lo que siento cuando el péndulo gira desesperadamente en círculos cerrados (no entiende).

"Las palabras dicen una cosa y, muchas veces, el personaje siente otras".

Expectante: "Se aplica a la persona que espera observando con interés y curiosidad lo que ocurre para actuar en consecuencia".
Así me muevo en ciertos aspectos de la vida y en escena ficticia (hasta qué punto ficticia...).

¿Dónde estás? ¿Qué decís? ¿Qué pensas? ¿Qué querés? ¿Sabés qué querés? ¿De qué te habla tu piel cuando me ves?
Lo que se quiere, sin interferencias. Arriesgar.
(Buen punto para empezar a desaparecer rutinas confusas entre estos terceros repetidos y yo).
Seamos clarxs en la vida y en la sala negra.

- la integración del sentir con el pensar -


MyFreeCopyright.com Registered & Protected