miércoles, 23 de septiembre de 2009

Lo mínimo.

Y me cago de la risa.
Es que estaba parada en el bondi a las seis de la tarde (imposible sentarse, claro) y leía el libro de este pibe que me dejaba boquiabierta entre risas y gestos de asco u otras impresiones-expresiones faciales y fue genial.
La mina que estaba sentada debajo de mi se levanta y se va. Y me siento. Y levanto la vista y en el asiento de adelante había una mínima leyenda escrita con indeleble que decía: '¿Por qué no?'. Solo eso. Y estallé. O sea, no crean que estallé literalmente, bastante asqueroso sería de mi parte hacerlo en un lugar público y que la sangre se desplace cual agua en los dedos.
Pero me hizo pensar. De toque saltó el estribillo de mi canción 'Me gustás' y no solo haciendo alusión a que ella me gusta y demás. El estribillo dice '¿Y por qué no? ¿Por qué seguir así, teniendo ganas de decir?'. Y es que eso va con todo.
Bueno si,ya sé que no me quedo nunca con ganas de decirte a través del monitor que sos hermosa, pero que valientes que somos todos con las santas teclitas ehhh!.
También ese ¿Por qué no? me hizo pensar en por qué no terminar esta sección de mi vida de 'los orígenes de' y arrancar algo nuevo.
Por qué no dejar de comer carne hoy ó por qué no contrarrestar con los demás y reírme en vez de putear porque hacía media hora que estábamos frenadxs entre Liniers y Ciudadela.
Por qué no intentar entender que las posibilidades por minuto pueden ser muchísimas y variadas y que esto solo depende de para que lado movamos.
(y si movemos, hacernos cargo del juego! Todo puede ser mágico.)

-La vida se parece mucho a David Copperfield-

1 comentario:

ego trip dijo...

viste, no existen las casualidades.

la vida está llena de señales. el garrón es buscar interpretarlas. hay que dejarse llevar

a la larga es lo que importa. el resto está bien.
y si las señales aparecen, es que la magia empieza a convertirse en parte de lo cotidiano.

muchos saludos