
Dicen que dentro de dos días va a nevar. Si,si, parecido a aquella vez en la que fuimos a hacer guerra de nieve a la plaza de Ramos y nos compramos chocolates para comer mientras caminábamos. Era una perfecta película de amor (más allá de que no fuera la perfección para el clima terrenal).
Puedo sentirlo y sonreír. No puedo verlo, puedo sentirlo.
Hace dos noches que mi gata no duerme (hace dos noches que yo no duermo). Se la pasa mirando la alfombra y las paredes como si estuviera lleno de ó de diminutos seres ó de algunos de los que yo no llego a ver a veces. Trato de separar mi dolor bronquial, (y taparme hasta la frente para respirar aire cálido) para poder enfocarme en las energías positivas que necesito atraer. Y ese libro habla de lo simple que es visualizar el espectro energético, y esa película habla de lo simple que es la meditación y el encuentro con el espíritu. Anoche no dejaba de repetir 'La energía es una sola. Todo depende de cómo la ubiques'. Diez, veinte, treinta... Fue algo parecido a contar ovejas para dormir.
Puedo sentirlo y creer. No puedo verlo, puedo sentirlo.
Me levanto exahusta de una noche cuasi eterna, y mi mamá (creyente en energías, espíritu y en Dios según la Biblia a pesar de sus contradicciones institucionales), me ofrece sacar de su mano una tarjetita que contiene fragmentos de textos bíblicos. Saco una, me río. No tenía sentido. Ella se ríe y me dice 'Sacá siete y ponelas una al lado de la otra'. Ok. Siete.
Me las lee. Ok. Está clarísimo. Su fé me llenó de fé, y no va al caso que sean textos bíblicos o textos de Nietzsche. Sí va al caso que a la idea de que todas las cosas que están pasando son para aprender y que siga manteniendo mis buenas relaciones interpersonales, sin odio. Y todo se relaciona. Y el Mundo habla, a través de lo que sea. Y las coincidencias me dan ganas de saber más sobre ese Manuscrito y las Revelaciones que siguen (léase: libro que me está llevando a Perú).
Puedo sentirlo y afirmarlo. No puedo verlo, puedo sentirlo.
Siempre creí un poco más en lo que no podía ver (léase: pesadillas, monstruos, sueños de papiros e historias fantásticas, luces y fuerzas sobrenaturales) que en lo que debía creer. Tengo la misma sensación que cuando tenía 7 u 8 años. Siento todo tan cerca que puedo creerlo a pesar de no verlo. Y, puedo afirmar que he visto muchas de las cosas que supuestamente no podría ver con los ojos del cuerpo.
Y así como siento el recuerdo, la energía, la fé y los artilugios de una infancia extremadamente cargada de un 'más allá', puedo decir que todo lo que veo con los ojos esta rodeado de todo eso que siento con el alma.
Lo que emana de la materia y todavía no se ve, es mi próximo desafío.
Quiero descubrir lo más bello de lo intangible en lo tangible.
Porque estoy acá, y el 'acá' implica un poco mucho muy de todo.
Y mis papás se están riendo a carcajdas en al cocina, juntos... No tienen idea de la hermosa energía que están dejando en esas cuatro paredes!
Me gusta sentir así. Para qué perder la costumbre, no?

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