No es la luz. No es la neblina. No es la noche más cálida.
No es el tiempo. No es la espera.
No es el roce. No es la fuga. No es lo elemental.
No es la pena. No es la alegria. No es algodón. No es la euforia del corazón.
No es un vaso de agua. No es la energía revalsada. No es la palabra. No es la nostalgia.
No es la hora. No es el aburrimiento. No es la presencia grata. No es lo que más atrapa.
No es el perfume. No es el sabor.
No es una curva. No es una cueva. No es una nueva. No es eva.
No es música. No es témpera. No es hielo. No es fuego. No es viento.
No es pasajero. No es llevadero. No es lo eterno.
No es. No es. No es. No es. No es.
Y el No es pierde sentido a lo largo de la repetición. Por eso, todo esto que No es, en verdad es.
(al releerlo evitando la negación, todo cambia de color, no?)
Y así es como deberíamos andar. El No a tantas cosas a veces solo nos hace manchar.

2 comentarios:
...Y la mancha sigue creciendo hasta taparnos completamente...
No se como tomaras el comentario de un "extraño" o un "alguien cualquiera de ningun lugar", pero realmente tenes mucho talento, y la luz rebalsa, y al no caber en su contenedor/origen, busca donde posarse en algun lugar del mundo.
wooooow, hasta da un poco de miedito, en ciertas cosas hasta me atreveria a decir que sos mi version en femenino(jajajaja)...
Siga rebalsandose niña!!!!
Besos y exitos...
Au Revoir...
La Negación de Sigmund Freud.
Cuando iba a terapia me hacían hacer ejercicios de este tipo. Y una se da cuenta de muchas cosas, todo toma otro color, sí.
Aprender a sacar el No es parte de aceptar muchas cosas. Del andar diferente, más difícil por más sincero. Pero inevitablemente auténtico.
A mí a veces hasta me resulta divertido ver cómo nos gusta confundirnos con esos No. Y descubrir todos los lugares donde pongo esos No mentirosos.
En fin.
No.
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