Cuento hasta cuatro y retrocedo en ese mismo conteo una y otra vez para encontrar el punto central azul del que tanto me hablaron. Relajación. Evitar cualquier situación de dolor.
Pero... hoy a la noche se me complica.
Tanto te detesto, tanto aborrezco tus mentiras, tanto tiemblo con tus manipulaciones, y a la vez tanto extraño tu cara, tus ojos, tu piel. Y debo hacerlo, porque esta bien recordarte y dolerte adentro, al menos de a poco. No quiero taparte, no quiero reemplazar. Quiero curar.
Quiero curarme de este encierro en el que me meti. Quiero salir de todas las jaulas en las que me encerre. Quiero que ...
Quiero cerrar los ojos y que vengas a buscarme dentro de mi sueño y me beses tan lindo como lo hacias antes. Solo, y solo quizás así pueda dejar de tener tanto recuerdo espantoso acerca de tu persona y de tu incapacidad de capacitarte para valorar.
Y siento nada. No siento nada. No encuentro nada. Nada fluye, nada respira. Solo una cama, mi gata y yo. Aunque no parece poco, dentro de un alma siguen latenes tantas pero tantas emociones que nunca parece ser suficiente.
Hace casi un mes. Hace casi un mes que podría haber dejado de existir. Y como se que podría haber dejado de exisitir y que, según tu método objetivo se trata de una victimización mía, puedo admitir que cualquier tipo de sensación en este momento podría funcionar como reactor positivo.
Estoy triste.Ok.Entonces la nada deja de ser nada. Hoy la nada para mi sos vos.
Hoy vos me pones triste.
jueves, 7 de mayo de 2009
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