domingo, 27 de julio de 2008

La "despropietización" nocturna.

No creo que exista la palabra.
Suena familiar pero no por eso debería existir.

Dormir en una cama ajena, un cuarto ajeno, un aire ajeno.
Quedarme a dormir en casa 'de' implica que al otro día DEBA dormir siesta y sentirme con resaca a pesar de la escases de alcohol.
De seguro que aprecio la gauchada de 'vení a casa así no viajas de noche' o cosas así. En verdad lo hago, y en el momento en que accedo, mi ser asegura la cálida idea de no viajar de madrugada hasta mi casa.
Horas después mi cuerpo despierta y sufre.

La consecuencia es un gran malestar, y el malestar me genera impaciencia.
Pienso: '¿Y cuándo vayamos de gira?'. Ja. Tendría que comprarme una cama de bolsillo (?).

Debe haber una explicación a mi necesidad (al volver a casa) de bañarme, cambiarme, tocar los objetos que poseo para sentirlos míos, acariciar a mis gatos para ver si no se olvidaron de mí, ordenar, limpiar, prender la Tv.

'Despropietización' de la propiedad física y temporal.

Ma per qué?


Tampoco es que me voy 10 días, che...

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