viernes, 18 de julio de 2008

Exceso de tecnología (a veces no sé observar)

Un aparato. Un teléfono. Un teléfono celular. Mi teléfono celular.
Tiene curvas, tiene rectas, tiene colores.
Tiene juegos, canciones, y una bandeja de mensajes multimedia para eliminar.
Mi teléfono celular: una buena distracción para mi viaje de dos horas.
Él tiene una agenda de contactos para revisar y también me permite analizar cuáles sirven y cuáles no (de paso, paso el viaje).
Puedo cambiar una y otra vez su imágen de fondo y conectarme a internet desde dónde este.
Puedo ponerlo en inglés, en francés y hasta en portugués.
Puedo abrir y cerrar su tapas de plástico plateadas (fingen ser de metal) y creer que son alas.
Puedo abrir y cerrar sus tapas a gran velocidad... Puedo hacerlo volar.
Puedo abrir la ventana y hacerlo volar.
Puedo agarrar un libro de la repisa la próxima vez que via
je...(debería).

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