Lo que pasa es que nunca termina.
El punto final no existe y resulta que entonces no puedo parar de hacer que empiece de nuevo esa sensación.
El tema está en que no me da igual. Quizás de a poco empieza a importarme un poco más de lo que me importaba y entonces es cuando imagino como termina (con un punto final a medio camino).
De todas formas, debería de saber comprender por qué está dado así y no de otra manera ¿?
De todas formas, debería poder seguir con mi energía en el mismo lugar.
De todas formas, por más de que no quiera, me pasa igual.
¿Entonces? Y, no sé. Pero es que no quiero dejar de hacerlo.
¿Será porque es divertido? ¿Será porque me mantiene ocupada de tu ausencia? ¿Será que el tiempo con vos cambia de color? ¿Será que hay algo que me hace sentir bien que no quiero perder?
Será.. blabla.
martes, 16 de diciembre de 2008
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