domingo, 6 de septiembre de 2009

título.

Una, dos o tres razones para no ser tan arraigada al miedo imperativo que me acompaña un domingo a la mañana. Y Así,con voz de monstruo del lago Ness ese miedo me grita 'Noooooooooooooooooooooooooooooo, eso noooooooooooooooooooooooooo' y yo le respondo con voz bajita '¿y por qué no?' y me responde y entonces hago oídos sordos.
Porque porque porque... (si pudiera responderme). Tengo ganas de llorar. Pero tengo ganas de acostarme sobre unas cálidas piernas y que me acaricien el cachete, mientras cierro los ojos y escucho exactamente esta canción que estoy escuchando ahora. Hola, soy un bollito de silencio. Hola, soy una furia arraigada a la estabilidad obligada. Hola, soy las ganas guardadas para no asustar.
¿Se nota? No, claro que no se nota.
A veces aclarar oscurece y sin embargo, sigue pareciendome estúpida la manera en la que me oscurece no aclarar. Y si, es la frustración en su estado más puro (ese estado que todos me comprenden pero que no puedo explicarle a nadie).
Un recuerdo es un souvenir (como dice juanito) y con ella creemos que entonces no tiene sentido.
No quiero el souvenir, quiero la fiesta todos los días!
Odio que no se note. No se nota, no?
Soy una maldita máquina de dobles sentidos y me aburro tanto, tanto pero tanto que voy a cambiarme el nombre del dni, ponerme una nariz grande y convertirme en arquitecta. Y entonces... 'Hola, me llamo Francisca Lopez de Cosomon'.
Y a la mierda con lo que Lu no puede razonar porque se asusta a veces.

chipi chipi

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